A “EL GUANAGUANARE” SE LE RECUERDA DE BUEN HUMOR, CARISMÁTICO, SOLISTA CON SU GUITARRA AL HOMBRO Y ESPONTÁNEO.

Yanet Escalona. Diario El Sol de Margarita

15 jul, 2012 | Al igual que el resto de los margariteños, todavía en la memoria del maestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño tiene fresca la despedida a Francisco “Chico Toño” Mata, oportunidad en la cual Jesús Ávila frente a la casa del Cantor de Margarita y Gloria del Folclor Nacional cantó “a capella” Rumbo a Oriente, un tema de su autoría y el preferido de su amigo “Chico Toño”. Y es que entre esta generación de músicos margariteños ha reinado la amistad que amalgaman en una sola voz, compartida entre risas, abrazos…en las buenas y en las malas.
Este sábado 14 de julio, la noticia del fallecimiento de Jesús Ávila le llegó a Beto antes de la alborada. Lo sintió tan hondo como cuando despidió a “Chico Toño” con el lánguido sonido de su mandolina. “Sin dudas, que es otro golpe”, afirma el Mestro Valderrama.
-Conocí a Jesús Ávila en 1974 cuando yo trabajaba para la Gobernación con Francisco Mata y sus Guaiqueríes. Comenzaba con el grupo Cuerdas Espartanas, integrado por Miguel Serra y Ávila, entre otros destacados músicos. A partir de entonces nos veíamos con frecuencia y comenzó la amistad, aparte de que compartimos siempre las inquietudes y preocupaciones, como también lo hacíamos con José Ramón Villarroel, otro gran luchador por nuestra cultura. Ambos se fueron dolidos. Es ese sentimiento de querer que nuestra música sea más valorada. Pienso que el mejor homenaje es crear conciencia entre el colectivo, instituciones públicas y privadas hacia un mayor respeto y apoyo a nuestros cultores. Mantenerlos vivo en el recuerdo es valorar la obra que nos dejan, con canciones que dibujan las vivencias de la isla de Margarita. Que las nuevas generaciones lo conozcan.
-Hay que dejar de lado posiciones egoístas. Si no hay claridad vendrá el olvido y no se lo merecen. De lo contrario no saldremos del atolladero. Como ningún otro Jesús Ávila fue un artista con ritmo caribeño. Interpretó desde las guarachas, hasta los boleros y rancheras, además de la tradicional margariteña. Hubo su entrega a la música del Caribe, aparte de “dibujar” sus vivencias. Crónica muy sentida y de extraordinaria belleza, agrega al resaltar que ahora, con tanto músico joven y valioso que ha surgido, hay que instarlos a difundir canciones de un Jesús Ávila o de un Ibrahím Bracho, quien recientemente cumplió 50 años de vida artística y sigue en la lucha, al igual sus otros músicos paisanos.
El yaurero dorado queda en el alma popular
El cantante y compositor margariteño Perucho Aguirre, director de la agrupación Collar de Perlas, con sentimiento insular escribe desde Maturín donde reside. En manuscrito que aquí se transcribe, habla del amigo “Chú” Ávila y expresa sus condolencias a familiares, amigos y a todos los músicos que como él, se estrechan en un abrazo solidario y de afectos alrededor de El Guanaguanare, a quien no ve partir, porque ya está sembrado en el alma popular.
“Hoy en Los Robles sus campanas se desbordaron para seguir repicando glorias y aleluyas a quien es su ceiba impertérrita y su yaurero dorado. Su infinito de estrellas en las noches margariteñas que hoy -precisamente hoy- arrecian sus brillos y plenilunios para alumbrar su barca de partir. Hoy la paz no se marcha, se nos queda para toda la vida, porque fue lo que él, Chú, Jesús Ávila nos sembró; paz, rebeldía, lucha por la población a través del máximo vehículo de guerra !La canción!…!Qué bella forma de quedarse en el alma popular y qué precisión la de sus palabras melódicas! Fronda temerosa de su lar roblero, alegría de la mesa y sonrisa de la familia! porque así lo fue, lo es y lo será a través del rico mapire de mandamientos y de música que nos deja! Frente de guerra para el amor! !Insobornable, Chú! Difícil de sorprender porque, sí, fue trinchera de acero imposible de tomar por sorpresa y mucho menos de engañar. Es la lección que nos deja a los margariteños justos y consecuentes con su pueblo. Para el niño, los jóvenes y viejos. !Para la humanidad que aún sueña que podamos vivir sin temor y siempre con la sonrisa en los labios …! Jesús, Chú, Jesús Ávila anda y no te despreocupes…!Te quedas!