Biografía de José Joaquín Salazar Franco
Escrita por Domingo Carrasquero Ordaz

José Joaquín Salazar Franco nació en Tacarigua, Estado Nueva Esparta, el día martes 27 de Julio de 1.926, día de Santa Natalia y cuando se estaban celebrando 104 años de la entrevista de Bolívar y San Martín en Guayaquil; fueron sus padres Julián Salazar y Jerónima Franco, ambos residentes y vecinos de la misma población de Tacarigua.

José Joaquín, mejor conocido como Cheguaco, comenzó su educación primaria en Santa Ana del Norte donde, diariamente, se trasladaba a pié con otro grupo de tacarigüeros, ture al hombro; de esta época es bueno recordar que el maestro José Jesús Salazar le tomó especial predilección y en el año 1.939, le dio la oportunidad de escribir en un periódico llamado Presagios varias cuartillas sobre el ambiente y la escuela….allí empezó todo;

….Aleja, la del molino, la esposa de Chico Gil, lo recuerda en cada frase y en cada esperanza: “ El pasaba por aquí en las mañanas con un mapirito que le había preparado Jerónima, la mamá, con sus arepitas y su pescao salao, con pantalones cortos, con sus piernitas redonditas arriba y secas abajo, al lado de mi hermano Quintín González, Victoriana Marcano y Anita Velásquez, con sus trancos largos porque ese iba a ser un hombre grande y aquella sonrisa que lo hacía ver como un hombre bueno y aquella saludadera que lo convertiría en un hombre inteligente…y fíjate que fue grande, bueno e inteligente”.

Al aprobar el Tercer grado, y no haber en Santa Ana el cuarto, cambiaron de rumbo y pusieron la proa hacia La Asunción donde culminaron exitosamente lo que podría llamarse una odisea; los paisanos de esos años treinta y cuarenta, hacían malabarismos con sus piernas para ir fuera del pueblo a estudiar: era grande el compromiso con los padres y con la familia.

Cheguaco a los 23 años en 1949….en los caminos, entre cerros, oíamos el canto de los pájaros, veíamos la contextura de las piedras y admirábamos las ramas de los árboles, entre cuentos y chistes, dando lugar al amar las cosas mas bellas de la naturaleza y empezar a parir frases e ideas que mas tarde llamamos versos y escritos; empecé a escribir para un periódico de la Escuela Matasiete, en Santa Ana, que dirigía mi maestro Salazar; él me animó y me nombró en el cuerpo directivo como redactor con apenas 13 años de edad; este periódico se llamó Presagios y recibimos buenos estímulos de otros periódicos de Porlamar y Caracas y hasta de Argentina; allí empecé a interesarme por escribir las cosas mas sencillas de la vida como su historia y su folklore.

Julián Salazar Lárez, padre de Cheguaco

Desde pequeño, como todos los habitantes de la comarca, empezó a usar el azadón, el garabato y el machete, sacando a la tierra el fruto que adornaría sus mesas de comer; Cheguaco comenzó siendo agricultor, la palabra mas bella de los nacidos en Tacarigua pero también le vendía a su tia Eufemia, hermana de Jerónima, las arepas, empanadas y chorizos que preparaba en su casa; por cierto que su abuela Francisca Franco, con una visión de futuro, inscribió a Jerónima en la Escuela Federal Nº 1550, solo para hembras y cuya Preceptora fue la maestra Anastasia Antonia Rivero; Jerónima fue una de las pioneras de esa Escuela donde comenzó sus clases, un 20 de Enero de 1.897 con apenas 10 años de edad; su hermana Eufemia, en ese entonces de 9 años, también la imitó, 1 año y 10 meses mas tarde, un 6 de noviembre de 1.898.

Antes de los 20 años, Cheguaco había militado en el Centro Cultural Guevara, en la Junta Pro-fomento de Tacarigua, en la Liga Campesina y en Federación de Trabajadores del Estado Nueva Esparta, directivo en su fundación, siempre de la mano de Pablito y Anibal Rodríguez; Después arrinconó el azadón y se fue a los campos petroleros por cuanto las lluvias escaseaban y tenían que subsistir; en El Tigre, como empleado petrolero, inició su vida de dirigente sindical, allí estuvo un corto tiempo asistiendo a dos Congresos de Trabajadores de Venezuela.

……no podemos negarle a quien produce la materia prima, el derecho inalienable a disfrutar parte de la riqueza de quienes invierten; el petróleo nace del centro de la tierra y la tierra es su hermana; conocí los montes y los cerros y vi en la tierra un tesoro inexpugnable, lleno de misterios pero esperanzadora; quise ser algún día un repartidor de riquezas y me estaba convirtiendo en un cosechador de esperanzas proletarias.

Cheguaco comenzó a escribir con pasión e insistencia cuando se dio cuenta que las cosas podían perderse en el tiempo ó cuando avizoraba inexactitudes o cuando se entusiasmaba con los cantos y las diversiones; comenzó siendo un escribidor de costumbres y murió siendo un escritor de temple; se pulió en la universidad de la vida con un diploma de sexto grado y las palabras le salían incontenibles al amparo de una máquina Underwood y con velas que se desgastaban rápidamente.

Jerónima Franco de Salazar, madre de CheguacoOcupé varios cargos públicos por mis conocimientos de redacción y gramática como Secretario de la Junta Comunal de Tacarigua, Secretario de la Prefectura del Distrito y Escribiente de la Oficina principal del Registro Público de Nueva Esparta donde estuve en contacto con la historia en sus libros y documentos antiguos. En las Instituciones culturales fui miembro de nuestro Comité de Desarrollo Cultural.

Una de sus mayores virtudes fue descifrar el enigma de la historia, de donde venimos, de donde somos, como nacimos aquí, quien nos trajo, quienes fueron los pioneros y se adentró en ese mundo de Cédulas y Cartas y Archivos y Diarios de las Indias y Marcelos Villalobos; bastantes gripes que agarró por ese polvo de las cosas viejas.

…..y allí va con su botellita bajo el brazo, discutiendo el orígen de su amada Tacarigua, que si Marcelo Villalobos, que si la Cañaveta del Portachuelo, que si los indios Tacaribas, que si debería llamarse valle, que si tenemos un arsenal de historia sin usar, que se me está acabando el tiempo del tiempo…proa a El Conchal lo vimos, lo oímos y lo sentimos, con su sombrero y con su Murmullo del breñal, virgen de imprenta, bajo el brazo y su chacarita de Chelías en la otra; mas de una vez lo vimos con su angustia y su desesperanza, pidiendo la impresión de un libro, rogando, exigiendo, llorando y aquel escribidor demostró que eran proféticas sus querencias y en vida recibió un apoyo débil del Estado pero un empuje inmenso de sus hijos……….siempre lo mismo con la cultura, haciendo cola.

El primer libro que logró sacar a la luz pública fue “ La Tacarigua de Margarita” en 1.971 editado por el Ejecutivo del Estado Nueva Esparta, título éste como para diferenciarnos de las otras 8 Tacariguas que pueblan nuestra Venezuela; ese día fue grandioso para las letras de nuestra población: tener nuestro propio libro donde aparecían los que de alguna manera estaban a su lado y vieron pasar los años.

….mira mi nombre aquí, fíjate, mientan a ñaño y a argimiro y a chopo y a jesús, el de ezequiel; aquí aparece fidelito y aquí está el maestro cango y perucho y jeñito…ay mi madre, miren que yo aparecer en ese libro; y la gente celebró como suyo ese acto y ese gesto del año 1.971 y Cheguaco con su orgullo a cuestas viendo que sus ruegos estaban dando a luz y Pablito a su lado celebrando también en el Comité como si fuese un triunfo común porque si lo era….era un triunfo de todos y todos allí con su triunfo…tacarigüeros hermanos, como siempre.

Eufemia Franco, tía-madrina de CheguacoY siguieron editándose en el mismo 1.971 “La voz de un pueblo agradecido” y “Matasiete y la Libertad” en 1.972 , “La artesanía tradicional margariteña” (1.978), “Brotes sobre la tierra ñera” (1.979) y así año tras año, a fuerza de pedir, a fuerza de ser apadrinado por la Asociación de Escritores, a fuerza de tantos ruegos, como dijo Jesús Avila en Tacariguita, José Joaquín comenzó a darle al mundo el producto de su esfuerzo y a demostrarle al mundo que vale la pena escribir. A la fecha los libros publicados han sido:

En Poesías: “Murmullo del Breñal” y “Un grito en la Hondonada”

En Cuentos: “Brotes sobre la tierra ñera” y “Los terrazgos de Cheguaco”.

En Historia: “Rastrojeo de la historia margariteña”, “Bolívar en el anecdotario popular margariteño”, “Breve semblanza del General Francisco Esteban Gómez”, “El General Francisco Esteban Gómez en la memoria del pueblo”, “La Guardia de los recuerdos”, “La Asunción, ciudad procera”, “La expedición de Los Cayos en el andar del tiempo”, “General Juan Bautista Arismendi, historias y leyendas”, “General Santiago Mariño, en décimas populares”, “El Corazón de Jesús de Tacarigua Afuera en sus Cien años de patronato”, “El Corazón de Jesús de Tacarigua”, “Altagracia, tres nombres y un solo pueblo”, “La Virgen del Valle, su historia y sus leyendas”, “El Portachuelo, Tacariguita y la Virgen de Papaché”, “Biografía de Rafael Gil Sánchez”,

En Folklore: “Margarita y su artesanía primitiva”, “Mitos y creencias margariteñas”,”Usos y costumbres tradicionales en Margarita”, “Consejas y leyendas margariteñas”, “Consejas y leyendas margariteñas”, “El Maco de Bolívar y su artesanía del cuero”, “El Cercao, su gente y su cerámica”, “Algunas tradiciones margariteñas”, “Algunos juegos tradicionales”, “Ingenuidades miteñas”, “Macanao, el lugar de donde el viento se devuelve”, “El pueblo de los cuatro dioses: Guaitoroco, El Cercao”, “El Gua, gua, gua, de los guaicos”

Todavía le quedan 16 títulos sin publicar

El día 12 de abril de 1.988, ocurrió un acontecimiento que merece destacarse al ser declarados como Hijos Ilustres del Municipio Gómez, José Jesús Salazar y José Joaquín Salazar, maestro y discípulo, tomados de la mano.

….mis hijos crearon una Fundación con mi nombre que, a la fecha, me ha publicado 4 libros y otros 3 a autores tacarigueros; viví el momento del primer libro que ellos editaron y sentí en el alma un noseque de alegría por cuanto no aré en el mar; los eduqué para la vida y estaban allí dando vida e invitando a vivir; es un gesto enaltecedor que esa Fundación se amplíe, se propague y lo mas importante, que se prolongue. Tienen un reto de culminar la publicación de los 16 libros que faltan y estoy seguro que lo harán.

Cheguaco murió en La Asunción, la ciudad donde escribió tanto y donde sirvió tanto, un 30 de Septiembre del 2.000, día sábado; coincidencialmente, un 30 de Septiembre es el día de San Jerónimo, como su mamá; López Contreras creó el Instituto Pedagógico de Caracas y murió Ricaurte en Bárbula: Educación e Historia de la mano de Cheguaco, sus dos querencias acompañándolo hasta el respiro final. No es preciso decir que ha sido nuestro primer historiador y que las generaciones por venir, seguirán entendiendo el aporte que este hombre dio a las letras margariteñas; Cheguaco está encaramado en las cumbres invictas de El Portachuelo, con ganas de asomarse a lo inmenso, con ganas de saltar por encima de las pequeñeces; Cheguaco es también un nombre, o un apodo, o un alias que tenemos que tomar en cuenta cuando empecemos a querer de verdad la palabra Patria, esta palabra a veces secuestrada y convertida en slogans; la Patria se construye con amor y el repartió mucho; véanle fijamente la cara a sus hijos y comprenderán el verdadero valor de las palabras Patria y Amor …..Cheguaco es otro orgullo de los tacarigueros que se quedó para siempre en nuestra tacarigüedad.

Fundación José Joaquín Salazar Franco

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