Biografía de Fidel Guzmán Rodríguez
Escrita por Domingo Carrasquero Ordaz
Fidel Guzmán Rodríguez es un hombre que nació de la magia; hubo magia en Tacarigua el día que nació, el 24 de Abril , día de San Miguel, de Mil Novecientos Treinta porque la magia acompaña a los hombres valientes; en esa misma fecha, que no año, mueren la Duquesa de Windsor y el expresidente Edgar Sanabria; Fidel es un hombre valiente, con los pantalones bien puestos, palabra adelante y acción detrás; Fidel estudió en Tacarigua hasta el cuarto grado porque no habían mas facilidades en aquella casa de Teodoro Malaver ni las tenia tampoco el maestro Rubén Marcano;
Recuerdo que estudiando Cuarto Grado, en la Tacarigua de aquel entonces, un perro de esos que tantos existían en mi tierra, me tumbó y recibí un golpe fortísimo en la cabeza, fue un golpe que me estremeció e hizo perder el conocimiento; me llevaron al Hospital Luis Ortega de Porlamar y allá estuve 3 meses pero a medida que iba mejorando pensaba en mis estudios y me animaba a pedirle los apuntes a otro de mis compañeros e iba repasando materias cuando los dolores se calmaban y me permitían leer . Cuando me dieron de alta, volví a la Escuela y con esfuerzos y ganas de progresar, salvé mi año escolar….fue un sacrificio muy grande que me dejó exhausto pero cumplí con mi decisión de seguir avanzando.
Eran tiempos de sacrificios pero allí estudió hasta el cuarto grado y luego, el quinto y el sexto los realizó en Santa Ana donde se dirigían caminando día tras día y el bachillerato en La Asunción hasta el cuarto año.
Y hasta allí iban a estudiar los tacarigüeros siempre a pie, siempre a pie; por eso es muy difícil que Fidel se enferme de las piernas; tenían fuerza de espíritu, inagotables los deseos, increíbles pioneros y después Fidel se nos fue al otro lado del mar en busca de Polifemo para batirse con él en defensa de sus estudios; Fidel se montó en el hombro la osadía y con ella se fue a Cumaná a terminar su bachillerato entre nostalgias y piñonates, entre recuerdos y velas, entre sueños y Manzanares; Fidel fue de esas personas que no se quedaban tranquilos, inquieto, soñador, con la esperanza al lado de la almohada; con el sueño entre las mudas de ropas; con la tacarigüedad sembrada en el alma;
Llegó al Liceo Antonio José de Sucre en la Cumaná de entonces y allí aprobó su quinto año de bachillerato en el año 1.949; todo un bachiller el hijo de Salomón Guzmán y Gertrudis Rodríguez; en la ciudad promogénita se alió con los dioses del Olimpo y aun carga sus miradas llenas de salitre con el orgullo de los que nacieron en esta tierra de los indios Tacaribas; Fidel se fue a Caracas a inscribirse en Farmacia en la Universidad Central de Venezuela, una de las 3 Universidades del País junto a la del Zulia y la de Los Andes y le negaron la inscripción por cuanto le diagnosticaron una enfermedad; todo era mentira, no querían inscribirlo e inventaron esto y regresó a su isla, con el coraje latiendo en las entrañas del alma; después se fue a Maracaibo buscando a su hermano Tomas, el papá de Elina y Alicia y Raúl; seguía teniendo sueños y envió un telegrama a Mérida para inscribirse en la Facultad de Farmacia y fue aceptado.
…la noticia me llegó por un telegrama que recibimos en la casa de Tomás, en Maracaibo donde se me informaba que había sido aceptado en la Facultad de Farmacia de Mérida. La alegría fue algo increíble, imagínate, ir a Mérida a estudiar en una Universidad,; ay dios mío, el primer tacarigüero que iba a estudiar en esas tierras. Al llegar mi hermano de la compañía le comuniqué la noticia y recibí todo su respaldo; a ese hombre le debo todo lo que he sido y siempre lo llevaré en el fondo de mi alma.
Y allí estuvo cuatro años estudiando y solo vino a su isla una vez en todo ese tiempo porque unos carupaneros le dieron la cola; y después, cuando se regresaba, se encontró con Beltrán Rivero que también se llevaba a Pedro a Caracas y Fidel lo convenció que se fueran a Mérida y por allí anda Pedro Rivero Núñez, otro de nuestros inmortales, lleno de recuerdos y medallas bendiciendo a Fidel; Fidel es tan nuestro que hoy lo estamos reconociendo como el abrebrecha de nuestros profesionales.
Su graduación tuvo lugar en el Paraninfo de la Universidad de los Andes, en Mérida el día 31 de Julio de 1.955, fecha esta que debemos comenzar a darle la importancia debida como el Día del Profesional Universitario Tacarigüero; es la Justicia de nosotros mismos quien debe tomar las riendas de esta propuesta.
Fidel se fue a Mérida, bien lejos, mas allá de no se donde; vecino de las cumbres con el frío como compañero y aquellas siete águilas blancas que lo dejaron abismao; Fidel se encantó con la sublimidad de las tierras andinas y no perdió tiempo para traerle a Chuíta y Salomón lo mas que queremos los padres de los hijos, un titulo que representa haber sembrado en tierra fértil, haber eshierbado a tiempo y habernos resignado, con fe, a esperar cuatro gotas del cielo para coronar la siembra; Fidel es pura sencillez desde el día en que Pedrito el de Maximiana le prestó a Chuita cien bolívares para que el hijo se graduara;
Recuerdo cuando me gradué que, no estaba ningún Tacarigüero, íngrimo y solo en aquella ciudad, con la Toga y el Birrete alquilados por cinco bolívares y yo orondo y de allí nos fuimos a una fiesterita con unos compañeros de graduación y pesqué una voladora: solo, graduado, orgulloso, que mas podía hacer.
Fidel ocupó en la Tacarigua de sus sueños, el cargo de Secretario de la Junta Comunal en el año 1.951, con apenas 21 años siendo el Presidente de esa Junta, Felix Zabala. También fue Concejal en el Distrito Simón Rodríguez, Estado Anzoátegui; Miembro de la Junta Comunal de El Tigrito y luego pasó a ser Miembro de la Junta Administradora que dirigió la creación del Distrito Guanipa, de El Tigrito. Posteriormente fue electo Concejal por ese Distrito.
De ese entonces recuerdo al Profesor Amundarain, Urquiola, a mi amigo Gonzalo Guzmán Lárez, a Ramón Yepez, a Lele Millán y a mi Compadre Manuel Millán con quienes compartí un espacio muy importante de mi vida.
Fidel es el orgullo hecho realidad, es la primera gota que creó el Orinoco, es la semilla en tierra húmeda; Fidel es, quizás, uno de los ejemplos mas importantes de esta tierra; el enseñó el camino y hoy su Tacarigua, nuestra Tacarigua, es el primer pueblo del mundo con mas profesionales universitarios por habitantes; tenemos cerca de 2.000 habitantes y de ellos mas del 28 % son profesionales universitarios; quien nos supera ?, nadie en el mundo; que gloria, que orgullo, y Fidel aquí como el capitán del barco de la intelectualidad, Fidel al timón; Fidel enseñando el camino y aquí está él, mas de cincuenta años después, con el corazón latiendo mas de la cuenta, con la deuda pagada a Pedrito, con la historia en sus manos y con el orgullo a cuestas…. que vaina tan grande es ser tacarigüero.
Por eso, hace poco, un diez y nueve de junio del dos mil cuatro, un grupo de ciudadanos y profesionales de Tacarigua, la Tacarigua de sus sueños y de sus viejos, junto con la Fundación Cheguaco, le rindió homenaje, decirle a estas nuevas generaciones que Fidel fue el primero, que su ejemplo lo hemos seguido los que logramos llegar a la cima, que fue un valiente;
Fidel es el guía y hemos abierto los ojos para agradecerle que nos haya enseñado la ruta de la honestidad, de la verdad, de la sapiencia; donde quiera que estén Chuita y Salomón, vayan hasta ellos el agradecimiento eterno de quienes nacimos en esta tierra de gracia por habernos legado a Fidel un hombre sencillo que se nos está agigantando en los brazos de la historia margariteña, nuestra propia historia,. Este mismo mensaje va para Lídice su compañera de siempre y para Jorge, Orlando y César, los hijos que ha legado al mundo…
Fidel es un pedazo de nuestra propia historia y como tacarigüero hizo historia, como la hicieron nuestros indios Tacaribas ; Hoy, a mas de cincuenta años de aquella gesta, vive en El Tigrito, Estado Anzoátegui, lleno de recuerdos, disertando sobre anécdotas, chistes, situaciones, posicionado en la inmortalidad de su gente, con su heroicidad de desafiar caminos y atreverse a soñar, con las ganas de ser alguien y haberlo logrado.
Gracias, Fidel, en nombre de la vida, ya tu nombre es parte imborrable de nuestra historia; estás donde debemos tener a quienes nos ayudaron a construir el destino de una pequeña población situada al centro de la parte este de la Isla mas bella del Mundo: La Tacarigua de Margarita.
Fundación José Joaquín Salazar Franco

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