Hoy recordando al abuelo Cheguaco a once años de su partida, todavía mis hijos recuerdan la última vacación que pasaron juntos recorriendo los cerros de mi pueblo y contándoles sus anecdotas y vivencias de ese terruño querido Tacarigua.
Bendícelos siempre abuelo.
Marivalentina Rodríguez de Salazar
Monterrey, México
30-09-11