Buenos dias, amigos, paisanos
Amaneció lloviendo en Tacarigua para celebrar los primeros Cien años de Antonia Beltrán Mata, o sea, de Toña Mata; ahi la vemos diariamente, en su casa de siempre, con sus cosas de siempre, recordando historias y evocando pasados, llena de lucidez, con sus ojos que escrutan a quien le habla y una frase oportuna de algún familiar que adelantó su viaje….esa es Toña, fragilidad en el cuerpo y grandeza en sus sentimientos, madre tacariguera que ha visto morir a dos de sus hijos: Guillermito y Ana Carmen y quien carga la satisfacción misma de ver, casi todos los días, a los hijos que Dios le ha permitido bendecir en cada amanecer
Hoy cumple 100 años y en Toporo, la gente lo celebrará, a pesar de las restricciones por la muerte de Antonia Rojas y de la suegra de Oswaldito….asi es la vida pero no habrá impedimento para ir a pedirle la bendición y saber que, todos tenemos, hoy, una madre viva en Antonia Beltrán Mata….Dios la siga conservando con esa entereza de un roble florecido
Toña Mata
Uno siente una emoción muy fuerte cuando visita la casa de Toña y recibe su santa bendición; es como sentir la mano de Donata perdida en el tiempo, llena de recuerdos y con el alma grapada de evocaciones; Antonia Beltrán Mata, se llama ella y nació en esa misma casa cuando era de bahareque, un 29 de mayo de 1912, o sea, hoy arriba a 100 años en los hombros y su mente, algo esquiva a veces, comenta situaciones que recuerda con una sonrisa. Su padre, Pedro Antonio Gil, oriundo de San Sebastián, se enamoró, en ese mismo sitio donde vive hoy, frente a la Calle El Paraiso, de Anacleta Mata, su progenitora y empezaron a nacer sus hermanos hasta llegar a ella, la última de esa unión.
Toña se enfrentó a la vida, se llenó de valor, aprendió los oficios del hogar y comenzó a conocer los vericuetos de la vida, teniendo su primera hija de Calixto Jiménez, llamada Ana Carmen Mata, fallecida recientemente, sin que su débil contextura lo sepa hasta hoy; le han negado esa noticia porque a esa edad, el trauma puede causarle efectos letales; Antonia siguió mirando sus cerros de siempre, con su familia de siempre, en el mismo sitio de siempre y conoció a un hombre de La Asunción, llamada Eladio Salazar con quien estableció un hogar enriquecido por la confianza, la sinceridad y el amor: de esa unión empezaron a nacer sus hijos Omaira quien reside en La Guardia, José Agustín, un Educador de valía, Argenis, excelente folklorista tacariguero, Oswaldo, quien reside entre La Isla de Margarita y El Tigre al quedar cesante en el Paro Petrolero, Guillermito, fallecido hace décadas, Etanislá (Lalo) y Luisa Mercedes (Lulú), con la esperanza en la ciencia, al sufrir, hace pocos años, de una enfermedad que casi se la lleva al mas allá, pero que sigue luchando por su existencia
Toña sigue allí, rodeada del cariño de sus hijos, sobrinos y amigos, con esa solidaridad tacariguera, con 100 años que representan parte de la historia de nuestro pueblo, con una sonrisa que mas que un gesto parece la figura de una santa; orgullosa de los suyos, sacrificada por ellos, representante de una raza margariteña donde las personas mayores de 90 años son bastantes porque han sabido llevar la vida con tranquilidad y sin prisas, con cariño y sin venenos en el alma…..Toña es de esas mujeres que amamos con el recuerdo de nuestros antepasados y en la sonrisa de los nietos…salud, mi viejita linda
Domingo Carrasquero
Tacarigua, 29 de mayo de 2012