BONDAD. El nativo de Tacarigua, municipio Gómez, conoce de la bondad de la naturaleza, con el cultivo de la caña y el maíz. Son famosas las cachapas tacarigüeras, vendidas en época de antaño a la vera del camino, distinguiéndose de las demás por su grosor y consistencia.
Por: Yanet Escalona (Diario El Sol de Margarita. 26-06-10)
En la vía principal de Tacarigua, una vez que se pasa la Iglesia y el cementerio del pueblo, está oculta entre las montañas la urbanización en donde reside José Motta, un tacarigüero que aparte de la formación en el área administrativa, da rienda suelta a sus aptitudes musicales, cuando el tiempo y la inspiración lo permiten.
¿Cómo evalúa la evolución de la música margariteña?
Ha pasado por varias etapas. En la primera, con la difusión acertada de Francisco Mata, gloria del folclor regional. Luego, con la participación de valiosos maestros como Beto Valderrama Patiño. El movimiento musical margariteño ha avanzado mucho y cobra más impulso tras la creación de la Orquesta Sinfónica.
¿En qué falla…?
A pesar de contar con la formación en las Orquestas Sinfónicas, hace falta mayor fusión de lo académico con la música popular. El maestro Beto (Valderrama) ha hecho un gran esfuerzo al respecto, pero aún hace falta reforzar ese trabajo. Con ello daríamos mayor “redondez” a la interpretación musical.
Como ejemplo de ese buen camino a seguir, coloca al joven músico margariteño Eddy Marcano, quien aparte de contar con excelente formación académica, logra interpretar extraordinariamente con su violín la música popular y tradicional neoespartana, opinó.
VENA MUSICAL MATERNA
José Motta, el de Nerys Gil y Oswaldo Motta, cuenta que se inició en el mundo de la música guiado por la vena musical heredada de su familia materna, todos ejecutantes de instrumentos de cuerdas.
Comienzo a muy temprana edad ejecutando el cuatro. Las clases informales me las daba mi primo Aníbal Gil, un aventajado cuatrista. En la adolescencia conocí al maestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño, quien me motivó a estudiar música formal en la escuela Modesta Bor de Porlamar.
El incipiente músico de Tacarigua comenzó estudios de Teoría y Solfeo, guiado por el maestro Lorenzo Domínguez. Y, entonces, echó a volar con la música, convirtiéndose en un aventajado alumno. En la misma época cursó guitarra clásica con el maestro Alfonzo García e ingresa en la Orquesta Sinfónica Juvenil, para los estudios de violonchelo de la mano del maestro Guillermo Cano. Es cuando despierta su pasión por el contrabajo e inicia estudios con este instrumento. En forma autodidacta, ejecuta los teclados.
Paso a integrar la agrupación de cuerdas del maestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño, con quien realizo grabaciones como ejecutante de la guitarra, el bajo eléctrico y contrabajo. Con el grupo de Valderrama acompañé a cantantes como María Rodríguez, Jesús Sevillano, Mayra Martín, Lucienne Sanabria, Cecilia Gil, Crucita Márquez, Cecilia Gil, Reynaldo Hernández, Francisco Mata, Jose Ramón Villarroel, Hernán Malaver, Chelías Villarroel, Jesus Ávila e Ibrahim Bracho, entre otros.
En el grupo Horizonte compartió escena con Melchor Suárez, José “Purrungo “ Salazar, Luis Marcano, Ángel González y Juan Rojas y graba por primera vez como cantante.
CON LOS REYES
Motta fundó en 2006 la Asociación Civil Pro Niños de Tacarigua, una institución sin fines de lucro.
A través de la Fundación, cada año realizamos la tradicional fiesta de los Reyes Magos, con la entrega de juguetes. Incentivamos igualmente el desarrollo cultural y deportivo. Motivamos a ejercitar el canto tradicional.
A la pregunta de qué le gusta más de la gastronomía margariteña, confiesa que adora las empanadas de cazón y la típicas cachapas tacarigüeras, las cuales durante su infancia eran vendidas por las niñas del pueblo quienes se sentaban a todo lo largo de la vía principal para ofrecerlas. El nativo tenía su conuco y el maíz dorado y amado era cosechado con el esplendor de la época.
Recuerda que Francisco “Toño” Mata, cuando le canta a Tacarigua, menciona las famosas cachapas que allí se hacían. “Los tacarigüeros tenemos en el corazón la bondad del maíz y de la caña”, agregó.
¿Cómo define a sus paisanos?
Es una persona muy alegre y amante de las tradiciones, las parrandas y el canto tradicional. También los tacarigüeros tienen mucha chispa y, al igual que otros margariteños, son conversadores, les gusta compartir y colocar apodos. Por ejemplo, a un amigo, César Malaver, le pusieron el sobrenombre de “Juanitero”, porque su tía se llama Juanita. Si alguien lo viene a buscar por su nombre, nadie sabrá dar razón de su existencia…¡a menos que pregunten por el Juanitero!
VERSÁTIL
En la parranda
Además de interpretar la música tradicional margariteña José Motta domina muy bien la parranda y las gaitas. Fundó y dirigió musicalmente la agrupación Caña Caribe y participó con los grupos gaiteros Salitre, Marañeros y Tropa. Su más reciente trabajo musical lo realizó con motivo del 40° aniversario del Comité de Desarrollo Cultural de Tacarigua (CDC), en 2008, bajo el patrocinio de la Alcaldía de Marcano y la Asociación Civil Pro Niños de Tacarigua. Participaron músicos, compositores y cantantes de Tacarigua, en homenaje al pueblo que le vio crecer y al cual compuso la canción “Como yo te quiero”. Con dicho tema promueven el CD. Mota comentó con orgullo insular su participación en giras internacionales a Boa Vista (Brasil), República Dominicana, Sevilla (España), Granada, San Kitts, Puerto Rico, Indiana (Estados Unidos) y Saint Marteen.
(Ver Música Tacarigüera)
UDISTA
Administrador
José Gerónimo Motta Gil es profesional egresado de la Universidad de Oriente Núcleo Nueva Esparta. Su formación como Administrador de Empresas Turísticas le ayudó durante 22 años para el desempeño en los negocios.
En el plano musical fue fundador de Opus 4 y de la Orquesta Típica Margariteña, donde ejecutó inicialmente la guitarra y luego el contrabajo. Formó parte de los grupos Horizonte, Laberinto y Orgullo Insular. En 1982 ganó la Voz Liceísta, representando al Liceo Francisco Antonio Rísquez. Está casado con María José Camejo y tienen dos hijas: Vanessa (26) y María Isabel (11).