Biografía de Vicente del Jesús Lárez González «Chente»
Escrita por Domingo Carrasquero Ordaz
Vicente del Jesús Lárez González, nació un viernes, en Tacarigua, población de la Isla de Margarita, en el año 1.940, a las 3 de la tarde, el día 5 en un mes que luego supo que era abril; era el día de San Vicente Ferrer; esa noche llovió en las calles del pueblo y Chica Romero, con sus manos de seda, ayudó a Ana María González a traer al mundo a ese varón catire y de pelo ensortijado y que mas tarde conoceríamos como “Chente, el de Ana María”; después de cuarenta días, su padre Tomás Ramón Lárez, pudo sacarlo del cuarto donde había pasado ese tiempo para enseñarle a conocer el sol y los cerros y las personas que querían verlo; en esos primeros cuarenta días no había todavía brindado a nadie la sonrisa, la misma sonrisa que sesenta y cuatro años después aun conserva con entusiasmo y gallardía. Nació serio y sin sonrisas porque su prioridad era alimentarse de los senos de su madre; primero la comida y después la sonrisa. Desde allí empezó a combinar esas dos cualidades que carga en los hombros para orgullo de sus familiares y amigos. Cuando su familia celebraba su primer año de vida Venezuela y Colombia firmaban en Cúcuta el Tratado sobre demarcación de fronteras y navegación de ríos comunes con el cual nuestro País perdió 108.000 Km2 de territorio; Chente no supo de esto, sino hubiese estado en las protestas que se originaron en ese entonces.
Creció como todo muchacho tacarigüero, entre matas de auyamas y chimbomboes, cautaros y ajíes, malojos y guaritotos; de pequeño frecuentaba el camino de Las Animas ayudando a Tomás Ramón a echarle de comer a las gallinas, ordeñar la vaca y esyerbar el maíz en épocas de lluvia. También, en sus correderas infantiles, se iba a los cerros a buscar iguanas para obtener sus huevos y después a coserla con guaral finito y echarle cenizas para que no se murieran en los caminos de regreso a sus habitats. “Ahora no las cosen, me dijo un día, lo que hacen es graparlas porque es mas cómodo”……y las iguanas se están extinguiendo ante las miradas de los mismos que las grapan.
Y comenzó a estudiar en su pueblo natal, en la Escuela Napoleón Narváez de donde salió graduado en 1.952 teniendo al Maestro de Maestros, Cándido Sánchez, como su principal tutor. Estudios, Juegos y Trabajo de la mano de uno de nuestros principales promotores culturales.
…..hoy te queremos llenar el alma de recuerdos, demostrarte que te queremos aunque vivas lejos, porque desde lejos has hecho a Tacarigua mas cerca; la tenemos cerquita porque tu estas allí y aquí y allá; desde las sabanas de Guanipa no hay un margariteño que no conozca a los tacarigüeros y que no hable bien de ellos y eso te lo debemos a ti; los que aquí nos quedamos estamos orgullosos de ser tus amigos; estamos orgullosos de saber que, allende los mares, estamos bien representados……. Vicente de El Guaitoroco, Vicente de El Manantial……
Al culminar el Sexto Grado, con cuatro mudas de ropas y cuarenta bolívares en el bolsillo se arriesgó a cruzar el mar y se fue a la ciudad marinera y mariscala a cursar estudios en la Academia Modesto Silva; atrás quedaban la Calle Real, El Conchal, Toporo y Los Andes, quedaba el mareo en el mar y aquellas olas que llegaban al barco; Vicente se fue porque quería estudiar, no quería quedarse entre los cerros de su pueblo con un azadón, un garabato y un pescao salpreso entre el mapire y en Cumaná quedó la huella de ese tacariguero con buenas notas y el deseo inmenso de surgir, sabía el sacrificio que Tomás Ramón hacía y no le quedó mal. La Calle Bermúdez, la Calle Arismendi, el Puente Guzmán Blanco, la Plaza Bolívar, la Plaza Andrés Eloy, El Salao, recuerdos que alimentan el alma.
Vicente se fue porque las lluvias no llegaban y el malojo se secaba antes de los cuarenta y cinco días; Vicente partió y en el mapire se llevo el llanto de Ana Maria y el dios te ampare y te favorezca de Tomas Ramón y por eso nunca ha olvidado la tierra donde tiene sembrado el maruto, ni la olvidará jamás…….. Vicente de El Guayabal, Vicente de mi Tamoco.
Con los conocimientos adquiridos llega a El Tigre e inicia una carrera de Docente en la secundaria y empiezan los sacrificios y el catire no se quedó allí solamente sino que logró graduarse de Profesor en Educación Técnica en las áreas comerciales en el Instituto Universitario de Mejoramiento Profesional del Magisterio. Su carrera incluye el Liceo “Briceño Mendez”, Instituto de Mejoramiento “Alberto Carnevali”, Liceo “Guanipa”, Escuela Industrial y Colegio “Divino Niño”; por allí debe andar sus discípulos recordando las anécdotas del hermano de Tilo, Nacho, Ceto, Chucho, Miguel y María José siempre con la sonrisa en la faltriquera y el amor acurrucado en el cuadril; cuando cumplía 24 años murió el General Douglas Mac-Arthur en los Estados Unidos y a los 29 años lamentó mucho la muerte de una figura de las letras y cultura venezolanas: Rómulo Gallegos.
Vicente Larez se nos fue al sur de Anzoátegui y no hay enfermos en esos lares que no hayan tenido de el una sonrisa y no hay fallecidos a quien no les haya dedicado una lágrima y una oración ; el tiempo va pasando y el no ha cambiado en nada: es el mismo Vicente de siempre: sonrisa en ristre y amor a flor de labios; es el mismo Vicente de jugar trompos y montar voladores que se fue de aquí en busca de otros horizontes y hoy es un tacarigüero exitoso; Vicente se fue porque aquí no habían esperanzas solo habían resignaciones; Vicente se fue a emprender la lucha de los inconformes, de los que querían surgir, de los que querían decirle al mundo que aquí, en la nueva esparta venezolana, el talento se quedaba ensartado en las borlas del malojo, en las matas de yaque y de taparo…menos mal que ahora somos agricultores y hemos podido sembrar y esyerbar y cantarle al mundo que somos un pueblo de gente que nace, crece, se desarrolla, se profesionaliza, se hace amante del amor, rechaza los odios y se muere en brazos de las esperanzas…….. Vicente de los piapocos, Vicente de la alegría.
Se vino a Tacarigua a buscar a Martina, la hija de Tita y Pedro Marcelino, y allá en El Tigre echó raices y llegaron los hijos Jesús José, María Beatriz, Martha Rosa, Marvic y Vicente Jr y Vicente con la mente en su tierra, siempre pendiente, siempre atento y empezó a brotar ese amor por la cultura, por el folklore, por la margariteñedad y se convirtió, por dos veces en Presidente de la Casa Nueva Esparta de El Tigre, una de las Instituciones mas reconocidas en el País por su promoción cultural y Vicente con nosotros en Tacarigua, en cada acto, en cada homenaje, y en Anaco y en Puerto la Cruz y en El Tigrito y en Antorcha junto a tantos paisanos llevando el mensaje de unión de amor de recuerdos por la tierra que lo vio nacer; Vicente aquí, Vicente allá, siempre organizando, siempre dirigiendo, siempre cuidando detalles, rodeado de la gente que le seguía, que creía en él, que lo admiraba. Vicente y la Cultura, Vicente y la gente, sin pausas, con prisas.
Y una vez propuso hacer un homenaje a varios tacarigüeros que se merecían el honor de ser reconocidos: Pablito, Cheguaco, Chica, Felipe Mercedes, y logró convocar a la gente en el mes de agosto del 1.968 y de allí nació el Comité de Desarrollo Cultural de Tacarigua, idea de él, allí se graduó como nuestro Primer Promotor Cultural y aún conserva la esperanza de recomenzar la lucha y enderezar los caminos. Uno de los motivos para querer y ensalzar a Vicente es esa idea de crear al CDC, de darle vida, de darle ánimo y estar siempre al lado de la cultura y de la hermandad de la gente, sin olvidarse de aquel pedazo de tierra donde vino al mundo.
Todos tenemos la misma sangre de Vicente porque a la hora del amor, de la verdad, de la hermandad y de socorrernos y ayudarnos unos a los otros, todos nos llamamos Vicente Lárez González, un hombre que salió un día a llenarse de esperanzas y hoy lo tenemos aquí lleno de sonrisas lleno de alegrías, lleno de amor , ese amor que tanto necesitamos hoy…. por eso todos hoy nos llamamos, por un instante; Vicente Lárez González, nuestro mejor promotor cultural tacariguero en tierra firme y creador de la idea del Comité de Desarrollo Cultural…….. Vicente que cada día, se te ensancha el corazón.
Hoy sus hijos todos son profesionales, con nietos que algún día sabrán que su abuelo es una pieza valiosísima en el quehacer cultural de Nueva Esparta y Anzoátegui; que su abuelo con esa sonrisa de tacarigüero ejemplar se montó en el hombro la responsabilidad de unir a sus paisanos y elevar su nivel cultural, la responsabilidad de enseñar el camino de Dios en el Movimiento Cursillos de Cristiandad, con la fe en el alma y el deseo sincero de ayudar a la gente, verdadera misión de los cristianos; los nietos sabrán que su abuelo fue un vergatario que enseñó el sendero de la probidad y la practicó con el convencimiento pleno de la rectitud y la honestidad. Ese tacarigüero será un ejemplo para sus paisanos por los siglos de los siglos……..
Tacarigua hoy se viste de fiesta para honrarlo con los brazos abiertos siempre con Martina al lado, con su mapire de amor, con sus maras llenas de sonrisas y con el chiste a flor de piel; ese Vicente que nos entusiasma, que nos enseña, que educó a sus alumnos para la vida, que puso en cada oración un apostolado; que rompió paradigmas a base de sacrificios, sin discursos, con hechos……pensando en Tomás Ramón y adorando a Ana María.
VICENTE DE EL GUAITOROCO
VICENTE DE EL MANANTIAL,
VICENTE DE EL GUAYABAL
VICENTE DE MI TAMOCO;
VICENTE DE LOS PIAPOCOS,
VICENTE DE LA ALEGRÍA
VICENTE QUE A CADA DIA
SE LE ENSANCHA EL CORAZÓN
PENSANDO EN TOMAS RAMÓN
Y ADORANDO A ANA MARIA
Fundación José Joaquín Salazar Franco

Visita nuestro Facebook y Síguenos...
Contacto: